CLASE 11

 
Estructura metafísica del Psicoanálisis de Sigmund Freud
 
Parte 2
 
 
La fundación a fortiori del psicoanálisis en “hechos fisiológicos”
 
*Aspectos pendientes 03
 
 
M. Verónica Arís Zlatar
 
Estimados alumnos,
 
Para formularnos con un primer nivel de profundidad el problema de la cuestión de hecho en el campo de la psicología, y subsecuentemente las posibilidades de desarrollar una ciencia humana que no sólo sea suficiente epistemológicamente como sistema teórico, sino que respete la “naturaleza” de aquello que estudia, la psique, hemos retrocedido a David Hume y a Immanuel Kant.
 
En la clase 09 hemos revisado a partir de Hume algunas consideraciones generales del problema del conocimiento de las cuestiones de hecho en relación con la inadecuación entre las posibilidades subjetivas del conocer y la trascendencia de lo conocido, a través de la tematización de la aporía de la anticipación intelectiva a partir de leyes subjetivas de semejanza propia de las síntesis asociativas, y las estructuras interpretativas asumidas por la costumbre.
 
Luego en la clase 10 hemos dado cabida a la respuesta que hace Kant a tales aporías, a través de su sistema filosófico trascendental. Hemos hecho una primera revisión de lo que significa “a priori” en Kant, y de cómo se va urdiendo mediante un trabajo crítico las propias razones que dan limitación epistemológica a los diversos conceptos y juicios.
 
En la presente clase (clase 11), vamos a revisar el sitio desde el cual emerge la fenomenología, en relación al modo con el cual Husserl toma la tradición neokantiana de su época, siguiéndola en parte y dejándola por otra.
 
Posteriormente en la clase 12, me gustaría que nos introdujéramos un poco más en el auténtico asunto del fundamento implicado aquí, a través del estudio del giro noético de la psicología descriptiva pura husserliana de 1901 para la indagación de la Lógica pura. Con ello nos quedará mucho más claro el marco de diferencias que separa a Husserl de Kant.
 
Y si el entusiasmo epistemológico así lo requiere, les propongo también que revisemos en la clase 13 el surgimiento de eso que en fenomenología se denomina “constitución trascendental”. De manera que podamos cerrar un primer nivel de consideraciones respecto de la trascendentalidad husserliana en contraste con la trascendentalidad moderna de Kant.
 
 
La finalidad de esta secuencia de clases 09-13 es mostrar:
 
En primer lugar, la versatilidad estructural de los sistemas teóricos posibles para abordar la psique. Por tanto, se faculta para “desmarcarse” de la típica estructura del conocimiento de las ciencias naturales en general.
 
En segundo lugar, recorrer el origen de las razones que dan lugar a la situación eidética de la fenomenología husserliana.
 
En tercer lugar, ofrecer un campo de sentido anterior al campo descriptivo de las lecturas específicas en torno a la psicología fenomenológica contemporánea. ¿Por qué? Porque existe el riesgo de naturalizar a Husserl, o bien de banalizar en una dialéctica creacionista las estructuras fundamentales de la conciencia.
 
 

El ámbito que abre la indagación psicológica descriptiva pura de Investigaciones Lógicas

¿Cuál es el ámbito que efectivamente abre a indagación psicológica descriptiva pura de Investigaciones Lógicas? ¿Qué carácter tienen sus consideraciones puras y a priori?
Husserl presenta al público en una conferencia en diciembre de 1899 su trabajo de los Prolegómenos a la lógica pura[1]. Propone allí una nueva manera de concebir y tratar la lógica que conduce a delimitar una nueva ciencia teórica, independiente de toda psicología y de toda ciencia de hecho, y que comprende en sus límites naturales la union entre la aritmética pura y la teoría de las multiplicidades. Esta Lógica pura, según las palabras de Husserl, es lo que se puede llamar la renovación de la lógica formal tradicional de las escuelas de Kant y de Herbart que demostraron cierta inestabilidad entre las tendencias teóricas y las tendencias prácticas, y entre las tendencias psicológicas y las puramente ideales. La Lógica pura que busca proponer Husserl, es el sistema científico de leyes y teorías ideales que se fundan puramente sobre el sentido de las categorías ideales de significación, es decir, sobre los conceptos fundamentales comunes a todas las ciencias. En este sentido, la Lógica pura es la ciencia de las “condiciones de posibilidad” ideales de la ciencia en general, esto es, de las partes constitutivas ideales de la idea de teoría. Finalmente Husserl agrega que este esclarecimiento de la Lógica pura exige “investigaciones fenomenológicas” en el sentido de una psicología descriptiva pura, y no meramente genética [erfordert sehr tiefgehende phänomenologische (d.h. rein deskriptiv-, nicht genetisch-psychologische)], lo cual quiere decir,  investigaciones sobre la evidencia del campo eidético.
 
1.       El problema.
 
Como respuesta a este tipo de referencias a la filosofía kantiana, el filósofo neokantiano de la escuela de Marburgo, Paul Natorp (1854-1924), redacta el artículo titulado Sobre la cuestión del método lógico en relación a los Prolegómenos a la lógica pura de Edmund Husserl[2] en 1901. Natorp comenta allí el trabajo de Edmund Husserl. Su apunte respecto de los aspectos más relevantes de cada capítulo de la obra husserliana tuvo por propósito subrayar la preponderancia que toman los estudios kantianos para este tipo de cuestionamientos, destacando su vigencia y la imprescindible dimensión a priori propia de la filosofía trascendental.
 
Natorp asevera que el problema del método de la lógica que propone Husserl concierne también a la “crítica al conocimiento” de Kant y sus sucesores, y en específico al ámbito de la “analítica del entendimiento puro”.
 
De esta manera, Natorp resume las principales interrogantes que Husserl busca resolver en los Prolegómenos a la lógica pura en la siguiente serie de preguntas de orientación analítica trascendental:
 
(i)                si la lógica es una disciplina puramente teórica o por el contrario práctica,
(ii)             si la lógica depende o no de otras ciencias como la psicología y la metafísica,
(iii)           si sólo le concierne las formas puras del conocimiento, o también la materia, y
(iv)            si llega a sus teoremas a través de demostraciones a priori o a través de inducciones empíricas.[3]
 
Así, Natorp destaca los momentos a priori de la argumentación husserliana en los Prolegómenos a la lógica pura, y le asigna la “condena” que lleva consigo la filosofía trascendental en general. La filosofía trascendental es, para Natorp, el camino obligado para una seria indagación filosófica.
Sin embargo, ¿Es lo “a priori” y lo “trascendental” exactamente lo mismo en Kant y en Husserl? Con dicho artículo constato que Natorp no ha visto la apertura husserliana hacia una renovación de la amplitud y profundidad del ámbito a priori en lo relativo a la intuitividad de las formas esenciales objetivas. A priori en sentido husserliano pierde ya en Investigaciones Lógicas su carácter meramente presuntivo o relativos a análisis y deducciones que lo acrediten, y denota ahora la descripción pura conforme a la figura de esencia de las ideas que nos son dadas puramente de forma intuitiva, esto es, como donación de sí a través de una intuición efectivamente originaria.
En este sentido, otra conferencia del filósofo neokantiano fechada de abril de 1912 confirma esta falencia de su lectura a los Prolegómenos a la lógica pura. Allí Natorp comenta que no le queda mucho que aprender de las interesantes consideraciones de Husserl en lo relativo al cuidado que debemos tener frente a los psicologismos. No obstante, admite que saluda el primer tomo de  Investigaciones Lógicas con gusto.[4]
Es fundamental que nosotros como lectores perspicaces sepamos que justamente ese "no le queda mucho que aprender de las interesantes consideraciones de Husserl en lo relativo al cuidado que debemos tener frente a los psicologismos”, es la clave para comprender en qué sentido Husserl observa una inestabilidad epistemológica en Kant. Recordemos el pasaje que les escribí a propósito de la presentación husserliana: Esta Lógica pura, según las palabras de Husserl, es lo que se puede llamar la renovación de la lógica formal tradicional de las escuelas de Kant y de Herbart que demostraron cierta inestabilidad entre las tendencias teóricas y las tendencias prácticas, y entre las tendencias psicológicas y las puramente ideales.
 
1.1               Primera interrogante en torno al problema.
 
Ahora bien, si la crítica de Natorp fuese adecuada, y finalmente el carácter a priori de las consideraciones husserlianas de 1901 no aportan nada nuevo a la filosofía trascendental kantiana y neokantiana, cabría la posibilidad de interpretar Investigaciones Lógicas como un modo especial de neokantismo,  y el trabajo de Ideas 1 como un giro “fenomenológico” de la “neokantiana” filosofía husserliana. Pero ¿es esta interpretación adecuada?
 
 
1.2              Segunda interrogante en torno al problema.
 
Por otra parte, siguiendo la premisa de la continuidad progresiva del pensamiento de Husserl, y advirtiendo la trascendentalidad de la fenomenología de 1913, es posible preguntar: ¿es posible trazar una línea continua del pensamiento de Husserl a través de las inclinaciones “apriorísticas” de Investigaciones Lógicas y la “trascendentalidad” de la fenomenología de Ideas 1?
 
 
1.3              La sugerencia de Edith Stein: otros motivos posibles que conducen Investigaciones Lógicas hacia la esfera trascendental de Ideas 1.
 
Edith Stein, quien por mucho tiempo fue una gran colaboradora y compiladora de los manuscritos de Husserl, se inclina por esbozar un trazo de continuidad más amplio entre Investigaciones Lógicas e Ideas 1. En la conferencia para las jornadas de la Sociedad Tomista del año 1932 sostiene:
 
Las Investigaciones Lógicas, en especial el capítulo V y VI, contienen los motivos que debieron conducir a las preguntas de la constitución trascendental. Creo que Husserl hubiera podido conseguir esto sin pasar por la duda metódica.[5]
 
He incluso afirma en lo relativo a las diferencias entre su maestro y el filósofo neokantiano:
 
Las influencias entre Husserl y Natorp fueron, sin duda, recíprocas: Pero más en lo que concierne a la formulación del problema que al método. La diferencia esencial radica en que el Neokantismo parte del hecho de las ciencias y “deduce” de allí sus condiciones trascendentales, mientras que Husserl excluye a las ciencias como hechos y retrocede hasta los datos precientíficos y no deduce su constitución (en consecuencia tampoco la de la ciencia) , sino que las “revela” por el análisis reflexivo.
A la pregunta de si hay una ruptura absoluta entre las Investigaciones Lógicas y las Ideas, me parece que tal ruptura no existe.[6]
           
 
1.4              Estado del problema.
 
Respecto de la posibilidad de determinar indicios de trascendentalidad en Investigaciones Lógicas a partir del análisis de lo a priori, se ha de ver que dentro del círculo de discusión fenomenológica histórica tal consideración no es unánime. Algunos estudios sobre fenomenología admiten que es con la epojé de 1913 que la fenomenología realiza un giro que la instala en esta línea trascendental. Tal giro ha sido denominado como “la ‘conversión’ al idealismo trascendental”[7].
 
Otros estudios destacan el incipiente aparecer de la trascendentalidad fenomenológica a partir de 1908, y arguyen algunos momentos en 1904 que abren el camino para la futura trascendentalidad. La profesora peruana Rosemary Rizo-Patrón dice a este respecto:
 
 Lo trascendental [en Husserl] generalmente se halla asociado al descubrimiento husserliano de la correlación noético-noemática en un nuevo concepto de inmanencia que explicita en La idea de la fenomenología de 1907. Aunque ya incluye al objeto intencional desde 1904 en un texto titulado Die Phänomenologie und Kritik der Vernunft, phänomenologische Kritik der Vernunft (Ms. B II, I, p47a) que se refiere a Descartes, Husserl no usa el término “trascendental” en el sentido propiamente fenomenológico hasta 1908.[8]
 
 
Como se ha de ver esta discusión, por lo pronto,  se suscita al interior del círculo de estudiosos justamente porque nos encontramos en medio de la génesis de la fenomenología misma en su propio esclarecimiento epistemológico.
 
 
 

Respuestas de Husserl en torno a la “trascendentalidad” de Investigaciones Lógicas

 
Ahora me remito en primer lugar al Proyecto de prólogo de 1913 de Investigaciones Lógicas. Hemos de tener en cuenta, confirmando la declaración de Stein respecto de las influencias mutuas entre Natorp y Husserl, lo siguiente.
 
 
1.       Primero, la filosofía kantiana y neokantiana como presuntivas.
 
En lo relativo a la aprioricidad neokantiana que Natorp impugna a Investigaciones Lógicas, Husserl responde directamente diciendo que los problemas del sentido y del objeto del conocimiento no se solucionan a través de un pensamiento presuntivo puro, sino a través de un poner  a la luz de la intuición aquello que se presenta, mediante un agotador[9] trabajo de clarificación, cuyo ejercicio consta, en primer lugar, de reconocer estos problemas “en concreto”, es decir, de modo ejemplificado, luego, en segundo lugar, de transformarlos en asuntos que puedan ser abarcados efectivamente, para, en tercer lugar, encontrar su solución a través de la forma originaria dada por una intuición donante. Dice Husserl que las generalidades de tipo constructivo-trascendental –refiriéndose a toda filosofía trascendental- pueden ser verdaderamente sagaces [Tiefsinnig], pero por desgracia vagas y ajenas al tema[10]. Por tal motivo, Husserl considera que este método de la filosofía kantiana y neokantiana se encuentra para él tan desahuciado como el psicológico. 
 
 
2.      El auténtico trabajo fenomenológico dirigido a lo últimamente normativo.
 
Por lo tanto, lo que se propone Husserl en Investigaciones Lógicas –me refiero a ambas ediciones- es observar, de acuerdo a las relaciones inmanentes: las formas, transformaciones modales, niveles de mediación etc., intuitivamente diferenciables[11]. El fenomenólogo no se plantea la exigencia de abandonarse en las construcciones generales de necesidad y universalidad, sino la de alcanzar todo conocimiento a partir de la fuente última, es decir, a partir de los principios vistos en sí mismos. Lo que en fenomenología se busca es restaurar el auténtico derecho de lo claramente visto,  lo “primigenio”, lo situado antes de toda teoría, lo últimamente normativo. Sostiene Husserl:
 
El retroceso al “ver” últimamente clarificador e impletivo y el análisis efectuado en ese “ver” no es, por supuesto, un asunto sencillo, y todavía menos lo es la descripción fiel que lo acompaña, en tanto que descripción por medio de “conceptos” normalizados y primigeniamente creados.[12]
 
 
De esta manera, queda esbozado que el a priori que subyace a Investigaciones Lógicas no es el a priori kantiano –como ya he señalado-, y su emergente trascendentalidad –si todavía podemos advertir tan tempranamente alguna trascendentalidad en 1901- no es presuntiva sino intuitiva de un modo especial.
 
 
3.      Sobre la influencia mutua entre Natorp y Husserl.
 
Ahora bien, respecto de esta influencia mutua entre Husserl y Natorp, propuesta por Stein, y en relación con la naturaleza de la filosofía trascendental en general, habrá que ver si de no poderse trasparentar las líneas metodológicas fundamentales de la filosofía trascendental kantiana en la fenomenología, se pueda en cambio -y de algún modo- “fenomenologizar” los criterios de necesidad y universalidad kantianos, es decir, hacer justamente el camino contrario, trayéndolos a la donación intuitivo-eidética, como si dicho camino hubiese sido perdido de vista por aquella escuela a la hora de la exposición analítica.
 
Es sabido que la filosofía trascendental kantiana busca establecer el sistema completo de posibilidad de la absoluta totalidad de la experiencia en tanto doctrina del conocimiento sintético a priori, cuya legitimidad es fundada por la existencia en[13] la razón humana del principio del conocimiento sintético a priori[14].
 
En lo relativo a esta cuestión, encuentro en los fajos kantianos, que se han publicado de manera póstuma, una cierta tendencia fenomenológica en su filosofía, aunque no todavía propiamente fenomenológica. Kant allí afirma que la filosofía trascendental es el principio, la idea, el género único que dona las leyes para toda filosofía, como también para sí misma en tanto que ella es para sí sujeto y objeto[15]. E incluso afirma que este principio -la filosofía trascendental- es la ciencia de la totalidad de los seres, la cual no es solamente conocida, sino que ella es a su vez dada como un todo coherente[16]. Aquí el carácter de la donación reglante para un todo coherente que es la experiencia en cada caso me parecen los momentos reveladores de un posible camino fenomenológico, si, con todo, a su donación a priori pudiere reconocérsele la posibilidad intuitiva eidética.
 
Sin embargo, Kant dice claramente, por ejemplo, que el espacio y el tiempo no se pueden percibir, sino en virtud de la conciencia de la composición de estas representaciones empíricas que siguen las condiciones formales de la intuición pura. En este sentido, la fenomenologización de los planteamientos kantianos que buscamos no es tarea fácil, porque se ha de re-estructurar el escenario completo de sus adquisiciones. Así leemos el pasaje de Crisis (1936):
 
Kant impide a sus lectores trasponer los resultados de su proceder regresivo a conceptos intuidos y todo intento de llevar a cabo una construcción fluyente progresiva, partiendo de intuiciones originarias, puramente evidentes, y en pasos singulares efectivamente evidentes. Sus conceptos trascendentales tienen por eso una falta de claridad totalmente propia, los cuales propiamente a partir de fundamentos de principios no se pueden llevar a claridad, no pueden ser trasladados nunca a una formación de sentido creadora de evidencia directa.[17]
 
 
Dejemos esta discusión aquí por hoy. Conservemos, con todo lo dicho, la amplitud que se abre con la búsqueda husserliana. Amplitud que, como el mismo autor asevera, es inmensamente agotadora por la exigencia metodológica que reclama. Traer a la donación no es tarea sencilla. Y para ello, antes que nada, debemos familiarizarnos con las razones y sus diversas disposiciones intencionales. De allí que siempre les haya insistido en los ejercicios pre-reflexivos para descubrir un primer nivel de movilidad intencional en el marco de la apercepción.
 
Como les comenté al comienzo de esta clase, la próxima clase avanzaremos un poco más en este reclamo de fundamento mediante la donación, en lo que se denomina en Investigaciones Lógicas como giro noético.
 
Muchos saludos,
 
Verónica Arís



[1] Husserl, Articles sur la logic (1890-1913). Traduction, notes, remarques et index par Jacques English, Paris, Presses Universitaires de France, Premiere edition, 1975, p. 202 s. Textos originarios de: Vierteljabrsschrift für wissenschaftliche Philosophie 24 (1900), p. 511 s. Véase también: LU1 p. 261 s.
[2] Natorp, “On the question of logical method in relation to Edmund Husserl´s Prolegomena to pure logic”. Translated and reprinted from Kant-Studien, 6, 1901, with permission, by J. N. Mohanty, in: Readings on Edmund Husserl´s Logical Investigations. Edited by J. N. Mohanty. The Hague, Belgium: Martinus Nijhoff, 1977, pp. 55-66.
[3] Distinciones que hace Husserl mismo en el tercer parágrafo de los Prolegómenos a la lógica pura. Cf. Husserl, IL/1 p. 38, correspondiente a: LU1 p. 22 s: A7 s /B7 s. Tras estas distinciones Husserl explicita: “[…] Seguiremos, pues, el camino siguiente: Tomaremos como punto de partida la definición de la lógica como un arte, admitida en la actualidad casi universalmente, y fijaremos su sentido y su justificación. Con esto se relaciona naturalmente la cuestión de las bases teoréticas de esta disciplina y, en especial, de su relación con la psicología. Esta cuestión coincide esencialmente, si no en todo, al menos en una arte capital, con la cuestión cardinal de la teoría del conocimiento, que concierne a la objetividad de éste. El resultado de nuestra investigación sobre este punto es la obtención de una ciencia nueva y puramente teorética, que constituye el fundamento más importante de todo arte del conocimiento científico y posee el carácter de una ciencia a priori y puramente demostrativa. Es aquélla que han buscado Kant y los restantes defensores de una lógica “formal” o “pura”; pero cuyo contenido y extensión no han sido comprendidos ni definidos justamente. El último resultado de estas consideraciones será una idea claramente esbozada del contenido esencial de la disciplina discutida; con lo cual quedará adoptada una posición clara frente a las cuestiones planteadas”.
[3] De Boer, The Development of Husserl´s Thought, p. 137.
[4] Natorp,  Imm Kant y la escuela filosófica de Marburgo. Traducción del alemán y notas por J.V. Viqueira, p. 21s.
[5] Stein, “IV La fenomenología, Textos de las intervenciones de Edith Stein en las “Journées d´Etudes de la Societé Thomiste”, Juvisky, 12 de septiembre de 1932”, en: La pasión por la verdad. Introducción, traducción y notas del Dr. Andrés Bejas. Argentina: Editorial Bonum, 2005, p. 95. El fragmento anterior pertenece al pasaje que sigue: “3. La siguiente intervención es un comentario al tratamiento de la posibilidad de la existencia de una continuidad entre las “Investigaciones Lógicas” y las “Ideas”, o si más bien no se debe hablar de planos diferentes: uno el del método fenomenológico y otro el de su aplicación a los objetos dados.  Según Dom Feuling, se podría hablar de una cierta discontinuidad en la evolución del pensamiento husserliano, hecho este condicionado por la influencia de Natorp. Edith Stein responde a este cuestionamiento de la siguiente manera:” [continúa en la cita expuesta arriba].
[6] Stein,  Loc.  cit.
[7] Cf. De Boer, The Development of Husserl´s Thought, p. 167. Véase también en cuanto a la distinción de los tres períodos de la filosofía de Husserl: Szilasi, Introducción a la fenomenología de Husserl. Traducción Ricardo Maliandi. Buenos Aires: Amarrortu, 2003, p. 19.
[8] Rizo-Patrón, “La dimensión ética de la reducción trascendental de Husserl”. En: La filosofía del siglo XX, balance y perspectivas, pp. 343-354. Editado por Miguel Giusti. Lima: Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú,  2000. Cita correspondiente a la nota N°46.
[9] Incluso Husserl señala en una de las adiciones posteriores a ese prólogo que “tras esfuerzos sin parangón” ha aprendido a ver diferencias fenomenológicas. Tenemos también la afirmación del prólogo de la segunda edición de la sexta investigación lógica que dice que naturalmente su trabajo le ha exigido una y otra vez “estudios penosos”.
[10] Husserl, Entwurf einer Vorrede zu den Logischen Untersuchungen .Trad., p. 438.
[11] La intuitividad exigida aquí, y que se incrementa con el perfeccionamiento del método en la epojé, es muestra de la temprana operatividad del: “principio de todos los principios”, así como también del efectivo “ir a las cosas mismas”.
[12] Husserl,  Entwurf einer Vorrede zu den Logischen Untersuchungen. Trad., p.  439.
[13] He indicado más arriba, en la exposición de la presentación de 1899, la siguiente apreciación de Husserl: que la renovación de la lógica formal tradicional de las escuelas de Kant y de Herbart demostraron cierta inestabilidad entre las tendencias teóricas y las tendencias prácticas, y entre las tendencias psicológicas y las puramente ideales. Esta inestabilidad queda demostrada aquí en esta preindicación kantiana de la naturalización de los principios lógicos de la lógica formal. Husserl ve tanto en Kant, como en la mayoría del neokantismo, la teoría de las facultades del conocimiento, o de las fuentes del conocimiento innatas, una ambivalencia entre: una ley natural que constituye una potencia determinante de nuestro juzgar efectivo y una ley normal que constituye el fundamento de todas las reglas lógicas. Esto principalmente a propósito del trabajo de F. A. Lange. Respecto de Kant, Husserl agrega en una nota al pie: “Sabido es que la teoría del conocimiento de Kant tiene partes que tienden a superar y superan de hecho este psicologismo de las facultades del alma, como fuentes del conocimiento. Para nosotros es bastante que tenga otras partes muy relevantes que llegan al psicologismo, lo que no excluye naturalmente una viva polémica contra otras formas de fundamentación psicologista del conocimiento. Por lo demás, no sólo Lange pertenece a la esfera de la teoría del conocimiento psicologista, sino también una buena parte de los filósofos neokantianos, aunque ellos no quieran. La psicología trascendental es también psicología”. Véase Husserl, IL/1p. 97, correspondiente a: LU1 p. 101: A93/B93.   
[14] Kant, Opus Postumum. Textes choisis et traduits par J. Gibelin. Paris, Libraire Philosophique J. Vrin (5ª ed), 1950, p. 39.
[15] Dice Immanuel Kant según la traducción francesa: “La phil. Tr. est le principe qui donne des lois à toute philosophie en tant que la philosophie est synthétiquement, a priori, pour elle-même sujet et objet (totalité del êtres et aussi su savoir); elle n´a rien d´encyclopédique, car elle serait alors un agrégat empirique de perceptions, mais une idée, en son genre unique”, en: Opus Postumum, p 40.
[16] Dice Kant: “C´est la science de la totalité des êtres (entium non rerum) non seulement conçue, mais donné comme un tout cohérent; ce n´est pas un agrégat de représentations  empiriques”,  en: Opus Postumum, p 40.
[17] Husserl, Crisis, p. 157, correspondiente a: Hua VI, pp. 117-118.


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