CLASE 01

INTRODUCCIÓN
 
La pregunta por el sentido de la recuperación de las categorías generales de la vivencia en tanto vivencia para el diagnóstico clínico

            M. Verónica Arís Zlatar
vero.aris@gmail.com


 §1        La relevancia del reconocimiento de nuestra típica interpretante en el campo psicológico para el estudio fenomenológico

Antes de comenzar con nuestros estudios fenomenológicos, de los cuales esperamos que sean nutricios para el diagnóstico clínico, es preciso que observemos cuál es el suelo paradigmático que sostiene nuestro trabajo hasta hoy. Es decir, ¿qué notas conceptuales forman parte de las leyes regulativas a partir de las cuales orientamos nuestro mirar y proceder clínico?
 
Resolver esta pregunta es quizás el gesto fenomenológico más importante. Uno de los primeros ejercicios que el practicante de la fenomenología debe encarar es reconocer las líneas generales de las típicas interpretantes que lo motivan en su investigación natural, con el fin de tenerlas a la vista de manera clara y distinta para una posterior evaluación crítica[1] que ofrecerá la apreciación fenomenológica.
 
Ciertamente, mediante esta evaluación encontraremos que muchas de las cuestiones fundantes de nuestra observación psicológica habitual padecen alguna inestabilidad epistemológica. Con tal que, será nuestra tarea poder re-fundarlas, sea a través de una complementación descriptiva, sea a través de un volver a comenzar desde cero.
 
Pero como fuere el caso, sea para complementar o re-edificar, es de gran importancia para el auténtico ejercicio fenomenológico concretar una estricta apertura crítica, que no pierda de vista las históricas razones que han dado lugar a lo que podría parecernos parcial o completamente infundado a partir de esta nueva mirada. Se ha de saber que la fenomenología, lejos de descartar posibilidades de conocimiento de un modo tajante al estilo cartesiano, abre el horizonte de fundación del mismo, permitiendo ordenar los respectos conceptuales en el campo o ámbito de validez que les corresponde, debido a la observación de la estructura del conocimiento posible de nuestra región científica.
 
En términos fenomenológicos, nuestra tarea se centrará en primer lugar en redescubrir el modo adecuado de la donación en sí misma de aquello que buscamos estudiar. En nuestro caso, intentamos abrir nuestra mirada en torno a lo que sea ser conciencia, y a la vez, acceder de un modo plausible a las motivaciones de la conciencia del otro. Pero ¿cómo ha de ser posible que concretemos una adecuada posición para una adecuada donación del ser conciencia en general, y del ser conciencia que accede a las motivaciones de otra conciencia? Husserl para este respecto realiza lo que se conoce como epojé fenomenológica, junto a variadas reducciones fenomenológicas. Debemos excluir toda posición trascendente de nuestras consideraciones naturales. Sólo así abriremos el campo de lo mentable para tales asuntos, y trazaremos las relaciones necesarias de la urdimbre de lo pensable en razón a las cuestiones de validez cada vez más unánimes.

Por tal motivo, puede que mucho de lo que se haya dicho en torno a la situación clínica no sea un ‘error’; sin embargo, no estamos hoy por hoy en posición para evaluar el nivel de validez que tienen tales alcances. Necesitamos hacer el ejercicio de reconocer aquellos otros alcances posibles en tal respecto, afinando la capacidad de donación en evidencia de lo que deba ser considerado. En consecuencia, hemos de comenzar por hacer una revisión fenomenológica.

 VAZ
vero.aris@gmail.com


[1] Por evaluación crítica entenderemos la reconsideración analítica y deductiva del fundamento.

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